El pediatra y nutriólogo deportivo, Dr. Wilkin Dailes Cabrera Sención, ha emitido una advertencia a padres, entrenadores y jóvenes de todo el país sobre la preparación que los niños y adolescentes necesitan para las academias de béisbol. La advertencia fue dada a conocer en Santo Domingo.
El Dr. Cabrera, quien colabora en instituciones como el Hospital General de la Plaza de la Salud y el Grupo Médico MAC Center, explicó que el Sistema Latinoamericano de Firmas de la Major League Baseball (MLB) establece un riguroso seguimiento a los jóvenes desde edades tempranas. Esto significa que su preparación debe ser estructurada e integral, con un propósito claro.
El papel clave del pediatra y el nutriólogo deportivo
El especialista enfatizó que estos profesionales tienen un rol crucial. Son los encargados de evaluar el crecimiento y desarrollo de los jóvenes, calcular su posible estatura adulta, determinar su madurez biológica y detectar cualquier desbalance hormonal o patología que pueda limitar su rendimiento. Además, son fundamentales para:
Optimizar la composición corporal: Ajustar la masa muscular y grasa a los estándares de su posición.
Definir requerimientos nutricionales: Individualizar las necesidades calóricas según la carga de entrenamiento.
Prevenir enfermedades: Manejar condiciones comunes como alergias respiratorias o déficit de vitaminas.
Propósito deportivo: Más que solo firmar
El Dr. Cabrera insistió en que el propósito deportivo debe ser un proyecto de desarrollo humano, no solo buscar un contrato. Definir este propósito ayuda a evitar frustraciones futuras y alinea las expectativas familiares con las realidades del deporte. El ambiente familiar debe ser de apoyo y no de presión, consciente de la importancia del descanso, la nutrición y el control médico.
El especialista también destacó que las organizaciones de la MLB buscan prototipos estandarizados en los prospectos. No solo se enfocan en el talento, sino en la estatura, complexión física, composición corporal y capacidades fisiológicas. Por ello, el médico y nutriólogo son esenciales para guiar el trabajo de los jóvenes hacia esos prototipos sin comprometer su salud.
