El impecable trabajo del destacado y polifacético coreógrafo Jonathan Jiménez, conocido artísticamente como Jonathan Klembert, fue una pieza clave para la espectacularidad que proyectaron las candidatas del reciente certamen Miss República Dominicana Universo 2025.
"En un concurso de belleza, cada detalle cuenta. Desde el vestuario hasta la iluminación, todo forma parte de un gran espectáculo, y el trabajo del coreógrafo es el hilo invisible que une cada elemento para que las candidatas brillen en el escenario", explicó Klembert, quien por tercer año consecutivo tuvo esta importante responsabilidad.
Klembert, quien también fue el coordinador de las chicas en el backstage, explicó que su labor no se limitó a enseñar pasos o coordinar desplazamientos.
"Es un trabajo integral donde la técnica, la estética y la confianza se entrelazan. Cada candidata es única y mi misión era potenciar esa individualidad, ayudándolas a proyectar seguridad, elegancia y carisma en cada mirada, cada pausa y cada paso", destacó.
El también premiado diseñador de trajes de fantasía detalló que la coreografía es construir "momentos memorables que transmitan una historia y capturen la atención del público y del jurado. Es enseñar a manejar imprevistos con gracia, a convertir los nervios en energía y a sostener una presencia magnética de principio a fin".
El bailarín y maestro de danza confesó que en Miss República Dominicana Universo tuvo el privilegio de trabajar con mujeres disciplinadas, valientes y apasionadas, que entendieron que la pasarela no era solo una competencia, sino un escenario para inspirar.
"Mi compromiso fue guiarlas no solo como coreógrafo, sino como mentor y aliado, asegurando que cada una descubriera su mejor versión, con las pautas que me indicó la directora Magaly Febles. Al final, el verdadero éxito no está solo en la corona, sino en el crecimiento personal y en la huella que dejamos en quienes nos ven. Y en eso, la coreografía tiene un papel fundamental: transformar el talento y la belleza en un espectáculo inolvidable", indicó.
Una experiencia enriquecedora
Para Klembert, este año el certamen le regaló una de las experiencias más enriquecedoras de su carrera. "Haber sido el coreógrafo de las candidatas y aportar mi visión artística a un evento de esta magnitud ha sido un honor que llevaré siempre conmigo", afirmó.
Klembert también expresó su profundo agradecimiento a Magaly Febles por confiar una vez más en él y permitirle aportar al certamen de belleza más importante del país. "Su visión, su experiencia y su fe en mi trabajo fueron claves para que este sueño se viviera con la excelencia que merece", añadió.
Asimismo, agradeció al equipo que lo acompañó en cada ensayo y cada reto. "Detrás de cada desfile perfecto hay horas de disciplina, entrega y trabajo en equipo, y ver ese esfuerzo reflejado en el escenario es una satisfacción que no tiene precio", confesó.
También reconoció el trabajo de Guillermo Mieses, quien le acompañó en dicha travesía artística, coreografiando a los bailarines con "entrega, pasión y compromiso". "Trabajar a su lado ha sido un verdadero privilegio, y juntos hemos logrado crear momentos que quedarán grabados en la memoria del público", afirmó.
Finalmente, el talentoso maquillador profesional y artista drag agradeció a René Brea, productor del Miss República Dominicana Universo, por confiar en él para la coordinación en el backstage. "Su profesionalismo, visión y liderazgo hicieron posible que cada detalle brillara en el escenario, y le agradezco haber tenido la oportunidad de aportar mi experiencia y pasión a este gran evento".