La ausencia por lesión de Lionel Messi en el amistoso que Inter Miami FC disputó ante el combinado Hong Kong XI el 4 de febrero sigue desatando enojo entre los aficionados chinos. Así, aprovecharon una publicación en redes sociales de la Embajada Argentina en China para manifestar su descontento.
Luego de que la sede diplomática anunciara un evento en la red social Weibo, los usuarios respondieron con referencias a la soberanía británica sobre las islas Malvinas. "Las Falklands [denominación británica del archipiélago] son una parte integral e inseparable del Reino Unido", escribió un usuario citado por Daily Mail.
Mientras que otro expresó que "no hay dudas del hecho de que las islas pertenecen a Gran Bretaña". "Las islas Malvinas son parte del Reino Unido. Fueron antes, son ahora, y por supuesto, siempre lo serán en el futuro", manifestó un internauta. "Tu país tampoco tiene la capacidad de recuperarlas", agregó.
"Antes apoyaba la reivindicación argentina de las Malvinas. Hoy declaro solemnemente que, a partir de ahora, ya no aceptaré que las Malvinas pertenezcan a Argentina", afirmó otro.
Las críticas también apuntaron a la carrera de Messi por los balones de oro que recibió, por lo que trataron al futbolista de "ladrón". "Messi es un ladrón. Todos sus balones de oro fueron robados", señaló un usuario.
Repudio del Gobierno
Asimismo, las autoridades de Hong Kong manifestaron su decepción por la ausencia del jugador argentino, indicando que "el Gobierno, así como todos los aficionados al fútbol, están muy decepcionados por el hecho de que Messi no pudiera jugar en el partido amistoso ni dar explicaciones en persona a los aficionados que lo solicitaron".
"La forma en la que el organizador y el Inter Miami CF han gestionado la situación no ha podido satisfacer las expectativas de los aficionados que han mostrado su firme apoyo a Messi, especialmente los visitantes que han venido hasta aquí para el partido", añadieron.
Por su parte, los casi 40.000 aficionados que asistieron al estadio reclamaron la devolución del monto de las entradas, que costaron entre 880 y 4.880 dólares hongkoneses (entre 110 y 620 dólares estadounidenses). En respuesta, según The Telegraph, Tatler Asia, que estuvo a cargo de la organización, reembolsó el 50 % de lo abonado por cada localidad.
