Antes de que el presidente de Argentina, Javier Milei, lo sacara de su anonimato en su primer discurso tras haber resultado vencedor en la segunda vuelta electoral, Santiago Caputo era un personaje desconocido para la mayor parte de los argentinos.
"Quiero agradecerle a ese gigante que me ha acompañado a lo largo de todo este proceso (la campaña). Este gigante, que suele mantenerse en oscuridad, se llama Santiago Caputo, y es el arquitecto de todo esto", dijo Milei entonces.
Con presteza, diversos portales se abocaron a recopilar información sobre el misterioso asesor al que el nuevo inquilino de la Casa Rosada había atribuido directamente su éxito, pero rápidamente se toparon con una dificultad inusual en estos días: el personaje tiene una escasa exposición mediática y rara vez se deja fotografiar en público. Su cara es nebulosa; su historial profesional lo es menos.
El chico tatuado
Un informe publicado por el medio local Perfil en septiembre pasado, reveló datos más personales sobre el asesor, quien exhibe una trayectoria comprobable en asesorías de alto nivel en campañas electorales de la mano del ecuatoriano Jaime Durán Barba, quien dirigió las que llevaron a Mauricio Macri a la Casa Rosada en 2015 y, antes, a la jefatura de Gobierno de la capital argentina.
No se precisa el momento en el que abandonó el equipo de Durán Barba, pero hay registro de sus actividades como consultor político en Paraguay asociado a la campaña del entonces aspirante presidencial Efraín Alegre, así como con políticos salvadoreños opuestos a Nayib Bukele, aunque en este caso no se han hecho públicos los nombres.
De acuerdo con esa pesquisa, que está firmada por el periodista Rodis Recalt, Caputo "tiene el cuerpo cubierto de tatuajes rusos, que sacó de un libro que le regaló un amigo y que lo marcó para toda la vida". Los habría extraído de la 'Russian Criminal Tattoo Encyclopaedia', obra dividida en tres tomos que recopila "cientos de fotos de presos de la mafia rusa con la explicación de cada tatuaje".
En particular, Recalt apunta que en su brazo derecho "tiene tatuada en ruso una proclama anticomunista y también otros dibujos que representan un estatus en aquella organización criminal, algo que podría traerle problemas si visita Moscú".
En las redes sociales circula una foto de Caputo con los brazos descubiertos con un tatuaje en el que se puede leer en ruso: "Una casa, una casa de campo y una libreta de ahorros, una barca, un coche y un garaje calmarán mis caprichos". Además, se puede distinguir una estrella de ocho puntas, símbolo notorio utilizado por algunos delincuentes rusos de alto rango.
Bastante más fácil de comprobar ha sido la condición de fumador que se le atribuyó en el mismo reportaje. Las cámaras de los fotógrafos lo captaron el pasado 10 de diciembre en el estacionamiento de la Casa Rosada con un cigarrillo en los labios. Aunque no vestía chaqueta, se cuidó de cubrir sus brazos con una camisa manga larga.
Cercanísimos
El pasado julio falleció Claudio Caputo, padre de Santiago. Claudio ejerció como presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires entre 2017 y 2019 con el apoyo de personeros cercanos al expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
De él parece haber aprendido Santiago a mantenerse fuera del foco de los periodistas. Perfil sostiene que nunca concedió una entrevista que no fuera "para hablar exclusivamente de su trabajo profesional".
En el precitado informe, se asegura que el día del deceso de Claudio, Santiago debía encontrarse con Milei, mas al enterarse de la mala nueva, el ahora presidente detuvo su agenda y corrió a acompañar a su amigo en su hora menguada.
En el trabajo también se afirma que el asesor estrella fue una de las pocas personas a las que Milei invitó a cenar a su casa para presentarle a su pareja, la presentadora Fátima Florez.
Estos datos apuntan a una relación personal entre ambos, no solo profesional.
Por su parte, Página 12 refiere que Caputo, de 38 años, llegó al proyecto político ultraliberal La Libertad Avanza en 2021 de la mano de Ramiro Marra, excandidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien fuera señalado ante la Justicia, junto con Milei, por propiciar una corrida cambiaria y la devaluación del peso en octubre pasado.
Santiago Caputo y Marra son cercanos desde sus días de estudiantes secundarios. Se conocieron en el Colegio Manuel Belgrano, una institución privada católica considerada de élite y han continuado siendo amigos, pese a que el primero abandonó la institución antes de completar el ciclo.
Además, el joven asesor es pariente del actual ministro de Economía, Luis Caputo, –también ejerció ese cargo en la Administración macrista– y de Nicolás Caputo, empresario involucrado en diversos escándalos de corrupción perteneciente al círculo íntimo de Macri.
A contrapelo de lo que sugieren las posiciones que tanto él como Luis ocupan ahora en el Gobierno mileísta, semanas atrás, personas de su círculo aseguraban a la prensa que su trato era "distante" y recalcaban que Santiago pertenece a otra rama del clan Caputo, no vinculado con ninguna denuncia por manejo irregular de fondos públicos.
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Nota: RT
